"Deberías de ir a la iglesia, se acerca el fin de los tiempos, la segunda venida de Cristo, y te vas a quedar, no quiero que te quedes"... Me dijo alguien hace algunos días, lo cual me pareció interesante, ya que yo no creo que me quedaré y me condenaré el "Día del rapto" por haber dejado de ir a la iglesia.
En esta entrada del blog pretendo dejar en claro mi postura acerca de la iglesia o la religión, explicar que lo que hago o no hago no es por rebeldía ni por llevar la contraria a mi familia... si no voy a la iglesia, existe una razón, si no voy al grupo de jóvenes de una u otra iglesia, es por algo. No es que me haya levantado un día por la mañana pensando: "Basta de iglesia y religión, me alejaré de Dios y de sus mandamientos, voy a hacer lo que quiera cuando quiera...", por supuesto que no, pero todo tiene una razón de ser.
Verás, yo crecí en una iglesia bautista desde que nací, pero mi familia materna lleva, por lo menos, tres generaciones de Cristianos, de hecho mi abuelito era pastor de una iglesia en Mazatlán, Sinaloa. Entonces podría decir que nací en un hogar cristiano, a pesar de que mi papá no es una persona muy religiosa que digamos, pero jamás se opuso a que tuviésemos una educación cristiana formativa en la iglesia. Así que, sí, nací y crecí en un hogar cristiano.
Durante, aproximadamente, 23 años de mi vida la iglesia fue una parte común, de hecho, una gran parte de mi vida; es decir, domingo tras domingo, de manera casí ininterrumpida, asistí a la iglesia sin falta, de hecho, el día que no iba a la iglesía sentía que algo no andaba bien, me sentía un poco incomodo. Mis amigos estaban en la iglesia, mi familia estaba en la iglesia, tomaba clases de "escuela dominical", defendí la iglesia y me enfrenté a burlas y rechazos por mis compañeros de escuela, etc. Crecí conociendo la biblia, la historia de la iglesia, aprendiendo versículos bíblicos, aprendiendo los dogmas regulares, alejándome de las fiestas donde se tomara alcohol y donde mis amigos "inconversos" hicieran cosas contrarias a la voluntad de Dios, dando mi diezmo a la iglesia, aún si ganaba 100 pesos, entregaba diez a Dios sin pensarlo. En fin, crecí "enfrascado" en la biblia.
Algunas personas podrían pensar que mi vida fue muy aburrida, que no tuve infancia o adolecencia, etc. Pero yo no me arrepiento de nada de esto. De hecho creo que soy quien soy ahora gracias a toda esta formación dentro de la iglesia. El hecho de haber crecido en un hogar cristiano me alejó de muchas cosas. A veces pienso que si no hubiera crecido en la iglesia, tendría más perforaciones, un par o varios tatuajes, sería adicto a alguna sustancia ilegal, habría pasado por la cárcel alguna vez o, simplemente, sería un desastre total, ya que a lo largo de mi vida reprimí muchos impulsos "locos" (por lo menos los veía como locos), sólo por el hecho de pensar que no estaba bien o que a Dios no le gustaría. Entonces, pensando en ésto, puedo decir y sostener que la religión protege de algunos males, forma jóvenes más centrados y con buenos valores, etc., aunque no creo que sea la solución, no creo que la iglesia te dé la seguridad de una buena formación.
Ésto último lo digo por que dentro de la iglesia también vi a jóvenes que, al igual que yo, crecieron en hogares cristianos, con padres cristianos que asistían regularmente a la iglesia, amigos mios dentro de la iglesia, que crecieron conmigo y que, sin embargo, se alejaron completamente de la iglesia, que se volvieron drogadictos, pandilleros, asesinos, narcotraficantes, etc., cosas que sabemos están mal, pero también cosas que la religión no ve con buenos ojos. Ésto me hizo cuestionarme sobre qué ventajas tiene la religión. Si la biblia dice: Instruye al niño en su camino, y aún cuando fuere viejo, no se apartará de él. (Proverbios 22:6), entonces ¿Qué pasó?, digo, yo permanecí en "los caminos" durante mi infancia, adolesencia y juventud, pero, ¿Y los demás? La fórmula era la misma, Iglesia todas las semanas, incluso entre semana en ocasiones, padres cristianos, formación dentro de la iglesia, límites bien establecidos, etc. Incluso algunos de mis "amigos cristianos" tenían más límites que yo y más dogmas que yo dentro de su formación, y aún así se "perdieron". ¿Dónde estuvo el error?
Al llegar a mi "adultjuventud" me di cuenta de que la religión no es una garantía de nada en la vida, pues ya en esta etapa pude ver la cantidad de hipócritas, mentirosos, intolerantes, rateros, etc., etc., etc., que hay dentro de las iglesias, y en estas descrpciones incluyo a algunos pastores. Personas que sólo están dentro de una iglesia por los múltiples beneficios sociales que ésto conlleva. Ver que en iglesias pequeñas e iglesias grandes por igual, los pastores se preocupan más por las relaciones con algunos miembros de la congregación que por atender a la congregación en sí. Vi que los pastores fungen como políticos u hombres de negocios al momento de dirigir una iglesia, y que la manejan de acuerdo a los intereses políticos de algunos cuantos y también como una empresa privada.
Si hiciera una lista de todas las cosas que vi dentro de las iglesias que, a mi juicio, son incorrectas, tardaría horas y horas en escribirlo y se llevaría bastantes hojas de extensión. Pero prefiero evitar tanta explicación.
Lo que quiero decir con todo esto es lo siguiente: Yo crecí en la iglesia, me eduqué en la iglesia, me formé en la iglesia, soy salvo por fe, he declarado a Jesús como mi salvador personal, creo en un Dios todopoderoso que creó todo lo que existe y que rige con perfecta voluntad. Creo en un Dios que es infalible y que es fiel en todo momento.
Pero también creo, no, no creo, estoy convencido de que los seres humanos hemos sacado a Dios de nuestras vidas y lo utilizamos como una especie de oráculo o varita mágica al que acudimos sólo cuando necesitamos algo. Creo que la política y la educación pública han dejado afuera a Dios y las consecuencias son evidentes. Y más que todo, creo que hemos sacado a Dios de las iglesias, y que cuando asistimos a éstas, "Lo adoramos" simplemente por satisfacer una necesidad propia y no realmente por alabar a un ser superior creador de la vida. Las ideologías religiosas son acomodadas según la conveniencia de cada quien y a las comodidades que cada quien prefiere. Ajustamos nuestras iglesias (y de paso nuestras religiones) a las necesidades que tenemos como seres humanos y a las exigencias sociales que nos rodean o convienen. Hablo de todas las religiones, y más específicamente al cristianismo, pues ésta es la que conozco bien, desde adentro, y es la que más ramificaciones tiene. Es decir, existen los bautistas, los evangélicos, los cuadrangulares, los pentecostales, los carismáticos, metodístas, etc., etc., etc., y a pesar de que todas concuerdan en una cosa, la salvación por gracia, cada una de estas corrientes alaba de maneras diferentes a Dios, y cada una cree que su forma de alabarlo es la correcta, y cuando ven que alguien hace algo fuera de su doctrina, inmediatamente lo condenan o rechazan, o en el mejor de los casos intentan convencer de que su forma de ser es la correcta y los demás están mal.
Pero también creo, no, no creo, estoy convencido de que los seres humanos hemos sacado a Dios de nuestras vidas y lo utilizamos como una especie de oráculo o varita mágica al que acudimos sólo cuando necesitamos algo. Creo que la política y la educación pública han dejado afuera a Dios y las consecuencias son evidentes. Y más que todo, creo que hemos sacado a Dios de las iglesias, y que cuando asistimos a éstas, "Lo adoramos" simplemente por satisfacer una necesidad propia y no realmente por alabar a un ser superior creador de la vida. Las ideologías religiosas son acomodadas según la conveniencia de cada quien y a las comodidades que cada quien prefiere. Ajustamos nuestras iglesias (y de paso nuestras religiones) a las necesidades que tenemos como seres humanos y a las exigencias sociales que nos rodean o convienen. Hablo de todas las religiones, y más específicamente al cristianismo, pues ésta es la que conozco bien, desde adentro, y es la que más ramificaciones tiene. Es decir, existen los bautistas, los evangélicos, los cuadrangulares, los pentecostales, los carismáticos, metodístas, etc., etc., etc., y a pesar de que todas concuerdan en una cosa, la salvación por gracia, cada una de estas corrientes alaba de maneras diferentes a Dios, y cada una cree que su forma de alabarlo es la correcta, y cuando ven que alguien hace algo fuera de su doctrina, inmediatamente lo condenan o rechazan, o en el mejor de los casos intentan convencer de que su forma de ser es la correcta y los demás están mal.
Si conociste a un cristiano alguna vez, entenderás lo que estoy tratando de decir. Yo mismo fui así, de una u otra manera. Intenté agradar a Dios siguiendo doctrinas establecidas y nunca me sentí completamente conforme. Posteriormente abrí los ojos al desorden de las iglesias y me sentí abrumado de que algunas personas tan "Pecadoras" e IGNORANTES dirijan iglesias completas. Políticos que ven en las iglesias un cúmulo de votantes aborregados que harán lo que el pastor les diga que es lo correcto y que no tienen una opinión propia ni un concepto propio de Dios, simplemente aceptan lo que les dicen que es y cómo se debe adorar.
¿Por qué dejé de ir a la iglesia? Sencillo, me niego a congregarme en un lugar donde las personas se juntan a liberar veneno contra otras, donde se destila hipocresía, donde el lider convence (y a veces obliga) a los miembros de hacer lo que él cree correcto, donde sentir que los miembros te observan y te juzgan por lo que haces, no haces o cómo te vistes. Prefiero no ir a un lugar así.
Mi Dios es un Dios fiel, que no decepciona, que siempre está conmigo, que no funciona como un oráculo y que no me da todo lo que le pido. Es un Dios que me da lo que necesito, que no me deja solo cuando más lo necesito, y que, además de todo, no necesita que le construya un altar ni un templo para que viva, por que mi cuerpo es su casa y el templo del espíritu. Mi Dios es un Dios que no le importa que mis amigos sean homosexuales, drogadictos, promiscuos, irrespetuosos, malvestidos, pobres o ricos, licenciados o ingenieros, ni siquiera le importa si son asesinos o narcos, por que él los ama "a pesar de ésto", los ama aún más de lo que yo los amo, y ve en ellos potencial. Mi Dios es un Dios que no se preocupa por que yo tome cerveza, fume cigarros, u otras cosas igual o más dañinas como que coma pizza, tome Coca-Cola, coma chocolate en exceso, coma verduras cocidas o carne de puerco, por que Él sabe que en mi condición de ser humano soy incapáz de ser perfecto, y sabe que es igual de destructivo que fume tabaco que marihuana o tome vino o cerveza... o Coca-Cola.
Mi Dios es un Dios fiel, que no decepciona, que siempre está conmigo, que no funciona como un oráculo y que no me da todo lo que le pido. Es un Dios que me da lo que necesito, que no me deja solo cuando más lo necesito, y que, además de todo, no necesita que le construya un altar ni un templo para que viva, por que mi cuerpo es su casa y el templo del espíritu. Mi Dios es un Dios que no le importa que mis amigos sean homosexuales, drogadictos, promiscuos, irrespetuosos, malvestidos, pobres o ricos, licenciados o ingenieros, ni siquiera le importa si son asesinos o narcos, por que él los ama "a pesar de ésto", los ama aún más de lo que yo los amo, y ve en ellos potencial. Mi Dios es un Dios que no se preocupa por que yo tome cerveza, fume cigarros, u otras cosas igual o más dañinas como que coma pizza, tome Coca-Cola, coma chocolate en exceso, coma verduras cocidas o carne de puerco, por que Él sabe que en mi condición de ser humano soy incapáz de ser perfecto, y sabe que es igual de destructivo que fume tabaco que marihuana o tome vino o cerveza... o Coca-Cola.
Si eres miembro de mi familia o eres un amigo de la iglesia quiero pedirte un favor: la próxima vez que estemos juntos, si te preocupas por mi, si de verdad me amas, dímelo, dime cuánto me aprecias, cuánto me quieres, qué tan bien te caigo o qué tan agradable soy, y sobre todo dame buenos ejemplos. Pero no me digas que debo de regresar a la iglesia, que debo ir a un grupo de oración o a una célula de estudio bíblico. He estado ahí antes y se cómo funciona, se lo que es estar en tus zapatos (religiosamente hablando) y probablemente tú no sepas lo que es estar en los mios. Si me aprecias y me quieres, entiende que no necesito que me repitan mil veces que debo ser un mejor cristiano, por que tú no conoces mi relación con Dios.
Si me aprecias y me quieres, no me juzgues por lo que hago o dejo de hacer, no me juzgues por lo que viste que hice mal, porque nadie es perfecto. Si tú crees que tu forma de vida es la correcta y que tú no cometes errores, pues, te felicito por vivir conforme a tus convicciones, de verdad te felicito. Pero, por favor, respeta mi forma de vivir y mis convicciones así como yo respeto las tuyas. No te digo que no lo menciones nunca más, por que se que se dará el momento de platicarlo con respeto, sólo no seas "castroso" al respecto.
Si no eres miembro de mi familia, o no eres mi amigo, toma ésto como principios de vida, no juzgues, no critiques, no faltes al respeto a nadie por cómo es o su forma de pensar, pues todos vemos las cosas desde diferentes perspectivas, y como dicen por ahí: "Cada quien cuenta cómo le fue en la feria".
-Quiux Huidobro.
PD: Una última cosa: Se que no TODOS en las iglesias son así. Se que hay pastores que sí se preocupan por su congregación, se que hay personas que, en realidad, buscan agradar a Dios sin ser hipocritas, se que no todos en las iglesias son malos... simplemente digo que... son la mayoría. jajajaja